El interés por la neurociencia es creciente y no solo a nivel de estudios de mercado y de comportamiento del consumidor. Desde hace algún tiempo todo lo «neuro» despierta un cierto atractivo, afortunadamente para todos los que estamos relacionados con este apasionante mundo.
Es tan llamativo que muchas acciones, que las agencias de publicidad preparan para determinadas marcas, están también relacionadas con este «neuromundo». O sea, no solo se aplica neuromarketing a nivel estudio para entender la reacción del cliente, sino que, además, se pueden hacer actividades en punto de venta, exposiciones o ferias, para asociar la marca con acciones innovadoras relacionadas con la neurociencia o para captar la atención del potencial comprador.
Así pues, por ejemplo, podría saber cuál es la reacción de su potencial cliente ante un vehículo concreto o ante la propia marca, hasta aquí uno de nuestros trabajos, llamémosle, tradicionales. Pero en fase de promoción, podría realizar una acción en una estación de tren, en la que adaptando nuestra aplicación de realidad virtual a nuestros cascos NIRS y pulsómetros, el usuario podría hacer un viaje virtual en ese coche a una velocidad y en un recorrido adaptado a lo que «esté sintiendo en ese momento». Si está más excitado, hará un paseo virtual relajante disfrutando del paisaje y de música tranquila, si está más tranquilo, una carrera en un apasionante circuito profesional de rallies con música acorde a esos momentos (o por qué no, al revés). O hacer virtualmente un recorrido diferente de acuerdo a la reacción del potencial cliente al ver el coche. Estas serían posibles adaptaciones de las gafas VR con casco NIRS (medición de actividad cerebral) que usamos en algunos estudios a una activación concreta, pero podría haber muchas más.
¿Y si pudiésemos ver a tiempo real «el placer que nos genera comer un determinado alimento»? Podría ser una activación muy atractiva para una marca de alimentación en promoción de sus productos en un stand, o ¿Por qué nos sentimos a gusto en determinados lugares con encanto? ¿Qué «provoca ese encanto» en nuestros cerebros? Podría ser otra acción interesante para promocionar un enclave natural en una feria de turismo.
El hecho de ser, además de empresa que hace estudios de comportamiento del consumidor con neuromarketing, fabricantes y diseñadores de dispositivos para dichos estudios, nos permite también adaptar nuestras plataformas y herramientas a acciones concretas a realizar con agencias para las marcas, pudiendo así trabajar en la fase previa al lanzamiento (con nuestros estudios), en la de promoción (como en los ejemplos descritos) o en ambas.
Nuestros GoliHelmet (cascos para medir actividad cerebral), GoliEye (software de eye tracking y reconocimiento facial de emociones), pulsómetros, galvanómetros y plataformas para sincronizarlos, nacieron para hacer estudios de comportamiento del consumidor, pero limitar su aplicación a este uso sería ser muy poco creativos.
La misma imaginación, capacidad técnica y conocimiento neurocientífico que ponemos a funcionar cada vez que diseñamos una herramienta nueva con el objetivo de medir variables que antes no podíamos, o ser más precisos en nuestros trabajos, se pone al servicio de la marca o agencia que se acerca a nosotros con la pregunta ¿Qué activación con neurociencia podemos hacer para esta marca?
Cada propuesta de este tipo es un reto y nuestro trabajo siempre ha consistido en superarlos. ¿Quiénes participan estos trabajos? Pues como si de un estudio de neuromarketing se tratase, psicólogos, neurólogos, informáticos y especialistas en marketing. Perfiles tan diversos trabajando juntos son los que consiguen que al final logremos aplicaciones que hasta no hace mucho parecían imposibles. Neurólogos junto a psicólogos dicen qué hay que medir, haciendo los últimos normalmente especial hincapié en las conductas, los informáticos diseñan o adaptan las herramientas y los especialistas en marketing que normalmente proponen acciones y estrategias para el cliente, en este caso, velan por que la acción cumpla el objetivo marcado al principio. El secreto de ser pioneros en muchas de nuestras líneas de negocio siempre ha sido tener equipos multidisciplinares coordinados por personas que hablan y entienden a todos los perfiles, cuyo trabajo es sacar lo mejor de cada uno para un objetivo común: que la palabra imposible sea el mayor incentivo para lograr algo.