Por primera vez, de nuevo siendo pioneros, hemos realizado un estudio de neuromarketing en un curso de formación especializado para profesional sanitario, con el objetivo de analizarlo y proponer cómo mejorar la dinámica del mismo para aumentar la asimilación de contenidos por parte de los alumnos, manteniendo el nivel de atención lo más alto posible en todo momento.
Los workshops de Ultradissection Group se encuentran en el top 5 a nivel mundial en formación especializada en anatomía y ecoanatomía y tienen como objetivo que sus alumnos adquieran conocimientos y ganen destreza en la aplicación de sus técnicas. En los cursos, eminentemente prácticos, los alumnos van rotando de estaciones, en las que primero aprenden sobre modelos vivos y luego pasan a practicar las técnicas sobre cadáveres en Thiel.
Estos talleres son los mejor valorados por los profesionales de la medicina a lo largo del mundo y suelen estar repletos de especialistas de todas las nacionalidades, que vienen desde diferentes puntos del globo terráqueo expresamente para asistir a ellos. Sin lugar a dudas, una de las claves de su éxito está en que, además del contenido y de contar con los mejores formadores, la dirección se preocupa continuamente en cómo mejorarlos. En esa búsqueda, atraídos por nuestros trabajos sobre comportamiento del consumidor, contactaron con Goli neuromarketing para estudiar la posibilidad de realizar un trabajo en el que, monitorizando a los alumnos, podamos proporcionarles información sobre cómo mantener el nivel de atención y de interés en niveles aún más altos de los que ya había.
Para lograrlo, desarrollamos un estudio durante toda una jornada de uno de los workshops. En primer lugar, instalamos cámaras en las dos aulas donde se impartían los talleres con el objetivo de procesar las imágenes del curso con nuestra plataforma GoliEye, que nos indicará dónde miran los alumnos en cada momento (eye-tracking), qué expresan sus rostros (reconocimiento facial de emociones), y pupilometría. La dilatación de las pupilas no se produce solo ante variaciones lumínicas, es bien conocida la relación entre dilatación pupilar y estímulos emocionales o cognitivos. Además, usamos cascos NIRS que fuimos rotando entre los alumnos durante toda la jornada.
Gracias a la monitorización de los niveles de atención, logramos determinar cómo debíamos modificar las rotaciones en el circuito para que siempre fuesen máximos, colocando las estaciones cuyos contenidos despertaban menos interés de forma estratégica y repartiendo de forma diferente los tiempos de descanso. Hasta nuestro trabajo, el circuito había sido modificado en función de los contenidos, de las opiniones sobre el grado de interés de los alumnos y las proporcionadas también por los profesores. La percepción tanto de alumnos como de profesores era que había pocos momentos de desinterés, sin embargo, una vez medimos observamos cómo realmente era posible mantenerlos aún más atentos con un simple cambio en las rotaciones. Algo que revierte directamente en el alumno, mayor atención, mejor asimilación de contenidos.
Gracias a nuestro trabajo, pudieron, también, dar más protagonismo a las partes del workshop que más les activaban emocionalmente hablando, aumentando, además, la percepción del alumno sobre la calidad y el aprovechamiento del mismo. Además, el estudio, cruzando los datos del seguimiento de la mirada con el resto de herramientas, nos permitió determinar qué estaciones, es decir, qué contenidos se asimilaban mejor y ver cómo algunos profesores tenían una habilidad más innata para transmitir algunos. Gracias a esta información, la dirección académica del curso pudo reasignar la relación temas-profesor organizando las estaciones de modo que cada uno impartiese el contenido que comunicaba mejor, que, en muchas ocasiones, no coincidía con aquel que más le atraía al profesor.
Hacer un estudio de este tipo en programas formativos ayuda a mejorarlos, acercándolos a la excelencia. Cualquier formación no está entre las más valoradas del mundo, pero las pocas que logran estarlo no es por suerte, es porque se preocupan de medir niveles de calidad en grados en los que otros no hacen y eso, como podemos ver en este, marca la diferencia.