Bajo el árbol de Navidad
Estamos a las puertas de la Navidad. Si has sido de los previsores, probablemente tengas los altillos y escondites varios de la casa llenos de paquetes esperando a ser entregados en los días señalados de Navidad. Si no lo has sido, es el momento de que te decidas a salir a comprar lo que te falta.
Seas como seas, la verdad es que en Navidad vas a caer como lo hacemos todos: vas a regalar. Es así, toca hacerlo y lo haces. Además, en esta época los sentimientos están más a flor de piel y parece que eso anima a la compra.
Pero, ¿hay algún motivo, más allá de la costumbre, por el que regalamos más en Navidad?
Eso es lo que decidieron saber un grupo de neurocientíficos de California que estudiaron si realmente esta “emocionalidad típica navideña” ayudaba a venta.
Para ello trabajaron con varios grupos de voluntarios a lo largo de todo un año en el que, además de hábitos de sus hábitos de compra, estudiaron su «reacción» mediante fMRI a diferentes anuncios que asociaban la marca con determinadas emociones en diferentes etapas del año.
Observaron que los que aludían a solidaridad, estar en familia o la amistad, conectaban mucho mejor con el espectador en épocas navideñas. Posteriormente, se realizaba una prueba para estudiar cómo estas marcas permanecían en el recuerdo de esos espectadores, observando que pese a que el anuncio llegaba mejor en este tiempo, la memorabilidad de la marca era similar a la de otras épocas del año.
Los sentimientos propios de la Navidad no son los que le ayudan a vender, sino nuestra tradición y costumbre de consumir más en estos días
Eso quiere decir que en este tiempo que se considera más emocional, es más fácil conectar emocionalmente con los clientes, pero igual de difícil que te recuerde. Por lo tanto, el aumento del consumo en estos días se debe a la costumbre de regalar y no tanto a la forma en la que llegan a los consumidores los impactos publicitarios.